San Lorenzo Nació el año 230 en la ciudad de Huesca en España; era hijo de Orencio y Paciencia, estudió en Zaragoza y después en Roma.
Fue uno de los siete diáconos de confianza del papa Sixto II; era el encargado de recoger las limosnas de los ricos para entregarlas a los pobres.
En el año 258, el emperador romano Valeriano, ordenó la persecución a todo aquel que se declarase cristiano y se le condenaba a muerte. El día 06 de Agosto, el papa es tomado prisionero y Lorenzo al verlo ir al patíbulo, corre tras él y le dice: “sacerdote, ¿a dónde vas sin tu diácono?, a lo que el papa le responde, “después de cuatro días tú me seguirás, ve y cuida los bienes que te he confiado”, al escucharlo uno de los soldados, lo delata y Lorenzo es llamado a presentarse ante el emperador. Ese mismo día, el papa Sixto II muere decapitado. Lorenzo, siervo fiel y bondadoso, se presenta ante el emperador y le ruega que le dé tres días de plazo para reunir los bienes.
Es el día 07 de agosto, y Lorenzo va y reparte las limosnas a los pobres y les ruega que se presenten en la plaza mayor, dentro de tres días a la hora sexta.
Llegado el día, Lorenzo se presenta ante el emperador con una turba de pobres, menesterosos, huérfanos y enfermos, y exclama: ¡he aquí los tesoros de la iglesia, quien da a los pobres, poseerá riqueza en el espíritu...!, el emperador montó en cólera y ordeno que Lorenzo fuera detenido. Durante la tarde, Lorenzo fue azotado, herido cruelmente, rasgaron su piel con peines de hierro y en señal de ofensa hecharon sal sobre sus heridas.
El emperador le dice a Lorenzo que si no realiza un sacrificio en honor a los dioses romanos, tenebrosa noche le esperaba, a lo que Lorenzo responde: “nada tiene para mí de tenebrosa la noche, llena de luz estará”. Así Lorenzo fue quemado vivo en una parrilla; cuando estuvo asado de un costado, valientemente dijo: “Valeriano, dame vuelta y come...”, así murió San Lorenzo, el día 10 de agosto de 258.
Durante la conquista de Chile, los españoles trajeron una imagen de San Lorenzo al pueblo de Tarapacá, que significa “árbol escondido” durante los años 1500. La imagen traída por los españoles, se quemó en el antiguo templo y la actual imagen, fue confeccionada por un tarapaqueño devoto, quien entregó la imagen un día antes de la fiesta de agosto. El actual templo de San Lorenzo, fue declarado monumento nacional, su enorme campanario, es el único vestigio del primer templo hecho por los españoles...
Que lamentablemente fue destruido por el terremoto del 13 de junio de 2005, a la fecha se restaura pues cada 10 de agosto en el pueblo de San Lorenzo se celebra su fiesta, donde llega unas 25 cofradías y unos 20.000 fieles.
Fue uno de los siete diáconos de confianza del papa Sixto II; era el encargado de recoger las limosnas de los ricos para entregarlas a los pobres.
En el año 258, el emperador romano Valeriano, ordenó la persecución a todo aquel que se declarase cristiano y se le condenaba a muerte. El día 06 de Agosto, el papa es tomado prisionero y Lorenzo al verlo ir al patíbulo, corre tras él y le dice: “sacerdote, ¿a dónde vas sin tu diácono?, a lo que el papa le responde, “después de cuatro días tú me seguirás, ve y cuida los bienes que te he confiado”, al escucharlo uno de los soldados, lo delata y Lorenzo es llamado a presentarse ante el emperador. Ese mismo día, el papa Sixto II muere decapitado. Lorenzo, siervo fiel y bondadoso, se presenta ante el emperador y le ruega que le dé tres días de plazo para reunir los bienes.
Es el día 07 de agosto, y Lorenzo va y reparte las limosnas a los pobres y les ruega que se presenten en la plaza mayor, dentro de tres días a la hora sexta.
Llegado el día, Lorenzo se presenta ante el emperador con una turba de pobres, menesterosos, huérfanos y enfermos, y exclama: ¡he aquí los tesoros de la iglesia, quien da a los pobres, poseerá riqueza en el espíritu...!, el emperador montó en cólera y ordeno que Lorenzo fuera detenido. Durante la tarde, Lorenzo fue azotado, herido cruelmente, rasgaron su piel con peines de hierro y en señal de ofensa hecharon sal sobre sus heridas.
El emperador le dice a Lorenzo que si no realiza un sacrificio en honor a los dioses romanos, tenebrosa noche le esperaba, a lo que Lorenzo responde: “nada tiene para mí de tenebrosa la noche, llena de luz estará”. Así Lorenzo fue quemado vivo en una parrilla; cuando estuvo asado de un costado, valientemente dijo: “Valeriano, dame vuelta y come...”, así murió San Lorenzo, el día 10 de agosto de 258.
Durante la conquista de Chile, los españoles trajeron una imagen de San Lorenzo al pueblo de Tarapacá, que significa “árbol escondido” durante los años 1500. La imagen traída por los españoles, se quemó en el antiguo templo y la actual imagen, fue confeccionada por un tarapaqueño devoto, quien entregó la imagen un día antes de la fiesta de agosto. El actual templo de San Lorenzo, fue declarado monumento nacional, su enorme campanario, es el único vestigio del primer templo hecho por los españoles...
Que lamentablemente fue destruido por el terremoto del 13 de junio de 2005, a la fecha se restaura pues cada 10 de agosto en el pueblo de San Lorenzo se celebra su fiesta, donde llega unas 25 cofradías y unos 20.000 fieles.